Len Zayas English edition

 

Ciencia Ficción del Siglo XXI

Por:Len Zayas

Hágase la idea que le venden un carro que usted ha escogido y a un precio razonable. Usted lo prueba y todo está a sus deseos. 

Lo lleva a su casa y usted se lo muestra a sus familiares y amigos. 

Un conocido le pregunta para qué sirve eso que nunca había visto debajo del carro. Es una caja negra de un tamaño sospechoso. Ninguno sabe de qué se trata, ni siquiera un amigo mecánico. 

Usted se comunica con el que le vendió el carro y este tampoco sabe de que se trata pero le dice - No se preocupe, vienen así de fabrica y todos los nuevos la traen. Cuando me conteste el fabricante se lo comunicaré. 

Pasa el tiempo y nadie le informa de que se trata. 

La caja tiene un sonido rarisimo, aun cuando el carro está detenido. 

Por fin le informan en la agencia de carros que para evitar el tenebroso ruido siempre lo deje encendido y aparcado en la orilla de la acera. 

Usted se cansa de esto y trata de cambiar el carro. 

No pierda su tiempo- le dicen los vendedores- todos los nuevos modelos tienen la siniestra caja. 

Así es, todos sus conocidos con carro nuevo se acostumbran a la dichosa y desconocida caja negra. 

Al fin un maestro mecánico, electrónico y filosófico le aclara que eso es una bomba de tiempo para supervisar que todo esté bien.

¿Pero con qué función? – se interesa usted. Garantizarle - continua el maestro - su seguridad y buen manejo a la vez que evitando que usted, por descuido o capricho, destroce el automóvil.

¿Y cómo rayos puede hacer eso?- 

Fácil amigo mío, Esa caja registra todo lo que usted hace con su carrito y si trata de alterarla o destruirla en forma alguna, pues se queda sin su carro porque lo destruye. 

En definitiva, o hace lo que le dicen con el carro o lo pierde aunque lo haya pagado. 

El carro nunca será suyo, y lo tiene porque da dinero al que lo fabrica, pero usted no es dueño, usted es el chofer que tiene que salir a buscar el dinero para pagar por el derecho a servir de chofer. ¿me entiende?

¿Y como puedo resolver ese problema y tener mi propio carro? ... 

¡Yo que rayos se amigo! – contesta el maestro. 

Pero usted sí sabía la función de la cajita y como trabaja – persiste el frustrado dueño de carro nuevo.

Pues claro que sí lo se, pero si me dedico a decir esas cosas, pues pierdo la forma de pagar mi carro nuevo ¿entiende?

- ¡Increíble!

No es difícil de entender, fíjese usted que trabajo con computadoras desde que era niño y los que sabemos notamos que vienen con cientos de cajitas explosivas, miles, porque aumentan cada día la cantidad. Por eso necesitan más memoria. Usted cada día con menos memoria y sigue añadiendo leña al fuego alimentando al enemigo. 

- Algo de eso he oído.

Usted le va dejando a las computadoras más responsabilidades con cada nuevo modelo. Por lo que cada nuevo modelo se va adueñando más fácilmente de usted y terminará por ser usted el esclavo de esos artefactos. 

- Si pero ... ¿qué acerca de mi carro?

Con relación al carro ya se habrá fijado, mi buen amigo, que lo que usted maneja no es un carro.... ¡es una computadora con ruedas!

Len Zayas

agosto/2013

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